Hymn to the immigrant
The pain of longing
smells to damp earth,
of the countryside, of ranch pasture,
or perhaps a human settlement
with tin roofs.
So far away and so deep inside you.
Many times so alone
in the midst of thousands
who are silent.
So far away and with a tangled heart
in the midst of culture shock and dreams for a future.
Do not say that life does not hurt,
because the eyes do not deceive.
Only an immigrant knows the depth of the wound.
That you have to be as strong as iron,
and at the same time as flexible and moldable
to seem to fit in a little bit to survive.
In an immigrant,
is stored
a source of learning,
the ancestral gifts,
a path to wisdom,
dances with death,
an immense potential,
the strength of a volcano,
a diamond half buried by life,
that only needs to be polished.
To the wise eye,
the piece that America was missing
to be the great America.
Immigrant,
know your worth,
because you have already lived a thousand lives
on your path as a hero of your people
and of your own life.
Geopolitics decided where we were born,
but the earth wants us all to walk on it,
moving, looking for a better life.
It is as natural as breathing
if we had not been born on another planet.
Immigrant,
be proud
of the scars on your hands and your heart,
because you are not just another piece,
you are the maker of your destiny.
Himno al Inmigrante
El dolor de la añoranza
tiene olor a tierra húmeda,
a campo, a pastizal de rancho,
o quizá a asentamiento humano
con techos de calamina.
Tan lejana y tan metida dentro de uno.
Muchas veces tan solos
en medio de miles
que callan.
Traspasados y con el corazón enmarañado
en medio del choque cultural y los sueños por un porvenir.
No digan que no duele la vida,
porque los ojos no engañan.
Sólo un inmigrante sabe la profundidad de la herida.
Que hay que ser tan fuerte como hierro,
y a la vez tan flexible y moldeable
para apenar parecer encajar un poquito
y sobrevivir.
En un inmigrante,
está guardada
una fuente de aprendizaje,
los regalos ancestrales,
un camino a la sabiduría,
los bailes con la muerte,
un inmenso potencial,
la fuerza de un volcán,
un diamante medio sepultado por la vida,
que sólo necesita ser pulido.
Para el ojo sabio,
la pieza que le faltaba a América
para ser la gran América.
Inmigrante,
sepas tu valor,
porque has vivido ya mil vidas
en tu camino de héroe de tu pueblo
y de tu propia vida.
La geopolítica decidió dónde nacimos,
pero la tierra nos quiere a todos caminando en ella,
Moviéndonos, buscando una vida mejor.
Es natural como respirar
sino hubiéramos nacido en otro planeta.
Inmigrante,
estés orgulloso
de las cicatrices de tus manos y de tu corazón,
porque no eres una pieza más,
eres el hacedor de tu destino.